martes, 9 de junio de 2009

Lo que la naturaleza se pregunta…




Madre Naturaleza, principio y fin de todo lo que existe;


que forma un bosque de sonrisas mudas ocultas entre las ramas de la duda,


y se pregunta ¿Por que el poder del Mar puede ser cuestionado y desafiado?

¿quien se siente capaz de dominar cada ola y cada misterio en su profundidad?

¿El mundo se volvió loco?, aunque, pobres locos ¿no?, ellos realmente no saben lo que

hacen y crean su propio mundo, en cambio, los que habitan este mundo sí saben lo que

hacen y lo hacen como locos; se pregunta... ¿cuáles serán los fines de tanta destrucción

y matanza? para el hombre, que a veces se olvida que es mortal, y que en su

suficiencia y soberbia a veces llega a creerse un dios; pero un dios ignorante que no

sabe darle valor alas estrellas que son las que iluminan la noche,

a la luz de un nuevo amanecer y al maravilloso milagro de las flores y los frutos,

y la consistencia de esos cedros milenarios que ningún huracán doblega, que ninguna

tempestad destruye como me proclaman la necesidad de ser fuerte al reto de la

actualidad social; es por eso que yo sigo comprometida a conservar los cuatro elementos

que son ladrillos de vida; solo habla la soledad de este silencio que recorre bosques

inmensos, entre hojas mecidas por el viento; solo el bosque habla, y mis ojos se

convierten en dos ríos que no llegan a conmover

el alma de la humanidad y su aventura,

floreciente o fracasado brote;

Decisión de los corazones...


Yessica Y. Espinosa Vargas

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